lunes, 17 de septiembre de 2012

2º bachillerato


TÉRMINOS MUSICALES. II

1. Acorde

 Llamamos acorde a un conjunto de sonidos que suenan simultáneamente. Si bien cualquier ordenación es posible, sólo aquellos acordes ordenados por terceras tienen la consideración de clásicos. El acorde  “perfecto” es un acorde “tríada” (tres sonidos) que consta de una nota “fundamental”, una tercera (mayor o menor) y una quinta justa. Las notas de un acorde pueden estar duplicadas e incluso mezcladas arbitrariamente.



2. Alteraciones

Son signos que colocados delante de las notas y a su misma altura sirven para subir o bajar la entonación (altura) de las notas naturales.
           
                        Sostenido: sube la entonación un semitono

                        Doble sostenido: sube la entonación dos semitonos

                        Bemol: baja la entonación un semitono

                        Doble bemol: baja la entonación dos semitonos

Becuadro: sirve para volver a su altura natural una nota anteriormente alterada.


Hay alteraciones “propias” (constantes), que aparecen al principio del pentagrama entre la clave y el compás y que tienen un efecto permanente (mientras otras alteraciones no las anulen) y otras llamadas “accidentales” que son las que aparecen escritas delante de las notas y que solo afectan a las notas de igual nombre y sonido que aparezcan dentro del mismo compás.



3. A capella

Es la música interpretada exclusivamente por voces sin acompañamiento instrumental de ningún tipo. La palabra a capella significa “en capilla” al ser este estilo frecuentemente utilizado en la música religiosa tanto en el monasterio como en la liturgia. El género más representativo del canto a capella es el canto gregoriano, que era interpretado por un grupo de cantores en monodia, es decir, cantando la misma melodía. A fínales de la edad media y en el renacimiento destacó el canto polifónico a capella.



4. Armonía

Es la parte de la ciencia de la música que trata de todo lo referente a la simultaneidad de los sonidos. Trata de los acordes y de las notas accidentales que se admiten en ellos en momentánea sustitución de alguna de sus notas reales. Teoriza sobre consonancias (momentos de reposo) y disonancias (momentos de tensión) así como las reglas para llegar a ellos (cadencias). Sus concepciones varían constantemente a lo largo de los distintos estilos musicales (lugar y tiempo).


5. Bajo continuo

El “bajo continuo” es la base armónica de la música barroca (S. XVII y 1ª mitad del XVIII). De la voz del bajo surgió en el Barroco un elemento fundamental en la composición: un bajo ininterrumpido o “basso  seguente” (continuo), que con su armonía implícita, que puede ser interpretada sin necesidad de notas escritas, sirve de base para la voz o  voces concertantes. Lo ejecutan un instrumento (o varios) polifónico (clave, órgano, laúd,  teorba o arpa) que toca la armonía y uno (o varios) monódico grave (fagot, vilonchelo, viola da gamba bajo) que lee estrictamente la voz del bajo. Tras su aparición enseguida se transformó en “bajo cifrado” al ir acompañadas las notas de unas cifras que recordaban la armonía (acordes). El intérprete  improvisaba a partir de ellas.


6. Calderón

Semicírculo con un punto dentro            que colocado encima (es lo normal) o debajo de una figura de nota o silencio, da licencia al ejecutante para aumentar su duración, según su criterio, deteniendo el compás en la última parte de la nota o silencio sobre la que esté colocado. Para indicar un calderón corto se utiliza el calderón cuadrado   


7. Claves

Es un signo que colocado al principio del pentagrama y sobre una de sus líneas determina el nombre y la altura absoluta de la nota colocada en dicha línea y por relación, el nombre de las demás. Las usadas son :

clave  de sol                           clave de fa                          clave de do 

Su utilización permite que una nota colocada en cualquier lugar del pentagrama pueda recibir los siete nombres de nota con sólo cambiar de cave


8. Contrapunto imitativo

El contrapunto (del latín “punctum contra punctum” – nota contra nota) aparece en la composición polifónica. Sus voces tienen una dimensión melódica predominantemente “horizontal” con independencia rítmica y melódica.
Cuando es contrapunto imitativo supone una textura polifónica en la que dos voces, cada vez, avanzan por imitación de motivos concisos entre ellas quedando, en principio, libres las otras.